Los sulfatos están presentes en la mayor parte de los detergentes que usamos a diario y son parte fundamental para desengrasar y quitar suciedad.
Tanto detergentes como jabones son sales orgánicas que contienen una parte polar capaz de interactuar y disolverse en el agua (parte hidrófila), y la otra apolar capaz de interactuar con grasas y compuestos apolares (parte hidrófoba o lipofílica). A partir de una determinada concentración las moléculas de jabón interactúan entre si formando una especie de jaula esférica, rodeando a la sustancia orgánica y encerrándola en su interior. Esta agrupación se llama ‘micela’, la parte hidrófuga queda en el interior y la hidrófila en el exterior interactuando con el agua. Estas micelas reducen también la tensión superficial del agua (fuerza que aparece en la superficie que separa dos medios diferentes, como el agua y aire) y da lugar a la formación de la espuma… espuma que asociamos siempre a la sensación de limpiar.
En el etiquetado de tus productos los puedes encontrar como ‘lauryl sulfate’, ‘sodium lauryl sulfate’, ‘ammonium laureth’, ‘sodium coco’, ‘cocoyl’, ‘laureth’ o ‘myreth’.
En el caso del shampoo, el sulfato es el encargado de quitar la grasa del cuero cabelludo y dependiendo de su concentración, este podría incluso barrer los aceites esenciales del cabello quitándole elasticidad, color y brillo. En algunos casos puede causar irritación en el cuero cabelludo y problemas de piel, como descamaciones. De todas maneras siempre el factor mas determinante del daño es la cantidad y la sobreutilización del producto.
Una persona con el pelo graso, no está obligado a usar este componente para limpiar o desengrasar, existen componentes alternativos y los identificamos como ‘tensioactivos’. En nuestra peluquería tenemos al menos cinco tipos de shampoo sin sulfato, todos con uno o más de estos componentes, generalmente se etiquetan como de uso diario o protectores del color, de esos cinco probablemente uno es el indicado para tu pelo, lamentablemente la única manera de descubrirlo es probarlos uno a uno. Si los resultados no son los óptimos, con algunos de ellos podríamos generar caspa u otros problemas debido a la suciedad o pasar mucho tiempo en el baño logrando eliminar la suciedad de nuestro cuero cabelludo.
Recomiendo buscar alternativas al sulfato sólo a personas que quieran hidratar y que lo sientan seco, tanto el pelo como cuero cabelludo, también a las personas que se hacen color, debido a que el sulfato en estos casos barre con los pigmentos y tiende a deslavar o quitar intensidad más rápido al color, como resultado deberás visitar más seguido al peluquero y exponerlo a un sinfín de químicos extras.
Existen otras alternativas para evitar los sulfatos, hay desde recetas con huevos, vinagres y limón, hasta personas que practican un procedimiento, del que estoy en absoluto desacuerdo, llamado ‘co-wash’ (lavado sólo con acondicionador + agua, y una vez a la semana un poco de champú) que sólo fomenta un pelo grasoso, debido al agua dura que se ocupa generalmente más toda la estimulación del cuero cabelludo, tras los masajes o intentos de limpiar el cuero cabelludo sólo con agua y la yema de los dedos… también deja el pelo opaco gracias a la sobre exposición de las siliconas no solubles en agua que están en la mayor parte de los acondicionadores y sobre todo con mal olor por todo lo anterior y otras cosas peores!
Cuéntanos tus experiencias con estos productos!
4 respuestas
Hola! Quiero cotizar ampolllas de botox para mi salon. Gracias!!
Hola Anita, lo siento, no las vendemos.
Hola, quisiera saber el precio del corte mujer y unas babylights mas olaplex!!
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