GONZALO LEONIDAS

“Esta es una peluquería, pero también es un lugar para los amigos”, dice Gonzalo, quien se transformó en peluquero después de salir del colegio en Doñihue, desechar estudiar Arte y partir unos meses a Noruega.
Allí quedó impactado con la prolijidad del vestir y los cortes de pelo de hombres y mujeres que veía en la calle y en la peluquería de su tío, donde sólo barrió los pelos que otros cortaban.
Una vez de vuelta en Chile, y a pesar de los prejuicios de su familia y del entorno, entró a estudiar Peluquería. “Quería ser peluquero y nada más” ; estaba el fantasma de que ser peluquero significaba ser un personaje exagerado y extrovertido. ¿Me tendré que teñir el pelo?, ¿me tendré que vestir distinto?.

Gonzalo estudió dos años con Sebastián Ferrer y teoría del color con Olinda Vera. Sin embargo para aprender sobre corte de hombre, se inserta en una peluquería de barrio para poder perfeccionarse.

En este trabajo debes ir afinando la técnica, la concentración, tu propia seguridad, el manejo de la frustración y las ansias de control  eso es muy valioso pero, por lejos lo mejor de ser peluquero es que puedes conocer muchísima gente, todos con historias muy especiales y únicas. Es entretenido también conversar con personas que trabajan en áreas tan diversas; se aprende y se debate de un sinfín de cosas.

Leonidas es un lugar de moda para quienes aman la moda.
En las paredes de las sucursales cuelga un retrato de Andy Warhol, fotografías de Rocío Aguirre, cuadros de la artista Cecilia Avendaño, entre otras piezas visualmente inspiradoras.

Por nuestras puertas, en cualquier momento pueden entrar caras conocidas, como la animadora Carolina de Moras o la actriz Tamara Acosta, influenciadoras como Monrix, Macarena Jiménez, Camila Santa Ana y Camila Palacios.